29 de noviembre de 2015

La Leyenda de Resurrection Mary


La historia de Resurrection Mary comienza en la década de los 1930’s, cuando la ciudad de Chicago ya se había convertido en una urbe importante y los automóviles dejaban de ser una curiosidad. En este periodo muchos conductores varones comenzaron a afirmar que en repetidas ocasiones se había aparecido una mujer ante ellos, a horas de la noche, en busca de un aventón.

La mujer tendría un vestido blanco formal, con zapatos de fiesta, ojos azules y cabello dorado, según algunas versiones. Otros, en cambio, la refieren como vestida con chal, con un bolso y con zapatos de baile, aunque en ambas versiones su rostro es el mismo. También se dice que la dama es inusualmente callada.

La dama sale en las noches en la avenida Archer, siempre antes de llegar al Cementerio Resurrection. Solo se aparece ante conductores, hombres, que vayan solos, y al pasar frente al cementerio súbitamente pide que la dejen bajar. En este momento, pone un pie afuera del auto y se desvanece en el aire.

Los relatos de este fantasma se cuentan por decenas. Uno de los más antiguos data de 1939, año en el que Jerry Palus afirmó haberla conocido no en las calles, sino en un salón de baile en el sur de Chicago. De acuerdo con su versión no solo charlaron y bailaron, sino que se besaron, y la dama le solicitó que por favor la llevara a su casa. Palus, un caballero en toda regla, accedió de inmediato.

Al llegar al cementerio, como acosada por una súbita urgencia, la mujer le pidió que la dejara bajar, pero apenas puso un pie afuera del auto desapareció.

Un relato mucho más reciente data de 1979, cuando el periodista Bill Geist publicó la historia de un taxista llamado Ralph que la mujer lo habría detenido en la avenida. Al igual que en los casos anteriores, habría decidido bajarse frente al cementerio (lo cual intrigó al taxista, pues allí no había ninguna casa), señalando incluso un punto específico a la izquierda del camino. El taxista parqueó y echó un vistazo alrededor para ver si había alguna casa. Un segundo después, volvió a mirar… y la mujer no estaba.

Ralph termina su relato diciendo que “la puerta del auto jamás se abrió. Lo juro por Dios, que la puerta nunca se abrió”. Estos casos misteriosos son más comunes de lo que uno creería, e incluso en la actualidad parece ser que la dama aparece de vez en cuando.

La leyenda de la mujer, de acuerdo con los habitantes de la ciudad, va como sigue: un día, Mary (como dicen que se llamaba) se encontraba en el salón de baile “Oh Henry!” con su novio. La velada no terminó bien y la noche de la pareja terminó en una fuerte trifulca que llevó a Mary a considerar irse caminando en lugar de en el carro de su novio. Pese a lo frío de la noche, decidió irse a pie y dejar plantado al patán.
Mientras caminaba por la gélida avenida, un conductor imprudente la atropelló, dejándola moribunda. El hombre prefirió huir que detenerse a ayudarla, y Mary, impotente, murió congelada en las calles de la Avenida Archie. Sus padres la encontraron y la enterraron en el cementerio aledaño vestida con el mismo traje blanco y los mismos zapatos que había usado la noche del baile.

Nadie sabe qué motiva a Mary a salir en busca de un aventón. Quizás, evitar su trágico destino al que la llevaron una mala noche y su propio orgullo. Se dice que aún sigue por ahí, esperando al hombre que, por fin, la lleve a su verdadero destino.

25 de noviembre de 2015

Falsa Sonrisa


Escucha, esta verdad
Mira, hecho esta
Ven, que te voy a mostrar
Lo que ha hecho tu vanidad
Una y otra vez tuviste que aplastar
A los que consideraste una inferioridad
Con tus labios pintados de rosa
Recubriendo una sonrisa falsa
Y nunca te llegó a importar
Que un día eso fuera a cambiar
Pero en este día vas a mirar
Que aquellos que despreciaste se levantan
Y te hacen caer en la humanidad
Y gritas con ferocidad
Pero no les importa
Aun así te atacarán
Porque quieren venganza
Porque usaste sus cuerpos como escalera
Para subir a la cima
Y es hora de pagar

23 de noviembre de 2015

Los fantasmas del Castillo de Windsor



Guillermo el Conquistador inició la construcción del Castillo de Windsor en el año 1075 tras la conquista normanda, que culminó en la Batalla de Hastings en el 1066. El castillo fue casi destruido durante la Guerra Civil de 1600. Si bien sirvió como prisión, Windsor también se convirtió durante buena parte de su tiempo en hogar de la casa real.

Durante el reinado del rey Jorge IV en el siglo XIX se transformó en un palacio. En 1917 el rey Jorge V constituyó el castillo para la familia real, con lo que desde entonces el nombre de la monarquía sería la Casa de Windsor. El castillo sobrevivió a los bombardeos de las dos guerras mundiales, y hoy en día la reina Isabel II acude a la iglesia en su capilla de San Jorge.

Cuentan que el fantasma que más se ha visto en Windsor es el de Herne el Cazador, al que han llegado a ver cientos de personas en los jardines del castillo. Según narra la leyenda, fue un cazador real que gozó de las simpatías del rey, y por ello, era odiado en la corte. Debido a ello y a las presiones, se ahorcó. Su fantasma aparece a lomos de un corcel negro, a menudo acompañado de perros fantasma.

El fantasma de Enrique VIII atormenta los claustros de la Deanery. Mucha gente dice que ha podido escuchar sus pasos y sus gemidos. Una de sus esposas, Ana Bolena, fue precisamente ejecutada en este claustro. Cuentan también que la hija de Enrique VIII, la reina Isabel I, se pasea de noche de una habitación a otra.

El fantasma de Carlos I ha sido visto sobre todo en la biblioteca, así como el rey Jorge III, quien enloqueció en la habitación en la que hoy, puede verse su rostro fantasma a través de las ventanas.

También habitan Windsor otros fantasmas desconocidos, como el del niño que grita por los pasillos que no quiere ir a montar, o los niños que se oyen jugar cada día en la torre de la prisión, y la niña con un hombre subido a caballo en la cocina, que antiguamente era la caballeriza.

Pasos misteriosos se escuchan cada noche en la torre Curfew, y a veces, sin que nadie sepa cómo, repican sus campanas. Cerca de la capilla de San Jorge aparecieron una noche un nuevo grupo de estatuas. Los visitantes se quedaron asombrados, y preguntaron al guarda a la salida por aquellas estatuas que no aparecían en la guía de la visita. El guarda dijo que allí no se había colocado ningún grupo de estatuas, y cuando volvieron al lugar, ya no estaban.

20 de noviembre de 2015

Siguiente paso

Hola a todos:

Ya se que hoy ya publique una entrada, pero esta es meramente informativa.
Hace poco publique un relato llamado La Venganza, pues bien, ya estoy escribiendo su continuación y me va a llevar algo más de tiempo escribirlo porque quiero ubicarlo en un periodo en la historia y estoy buscando datos.
Además tengo un grupo de entradas en marcha, sobre un articulo que leí en Muy Historia sobre Nefertiti y Tutankamón y como es un articulo largo pienso dividirlo en varias entradas.
Mientras preparo todo esto voy a ir publicando otras entradas que ya tenia listas pero que estaban acumulando polvo en el borrador ;)