Según los estudiosos de temas paranormales, los hospitales y centros de salud mental son escenarios donde las manifestaciones y presencia de entidades y otro tipo de fenómenos son naturales, debido a que en ellos, a lo largo de su historia, muchas personas pasan a otro plano, quedándose en ocasiones atrapados en éste, sin poder encontrar el camino hacia el siguiente paso hacia su evolución o descanso.
Quizás ésa sea la explicación para los extraños hechos ocurridos en el Hospital Vergue del Toro, ubicado en la ciudad de Mahón, España, cuando la mismísima Guardia Civil española declaró en un informe oficial haber sido testigos de manifestaciones de tipo paranormal, durante octubre de 2007, a penas unos meses después de que se decretara el cierre de la institución médica.
De acuerdo a una nota publicada por el diario español El Mundo, en el informe de la Guardia se podía leer que los extraños acontecimientos comenzaron aproximadamente a las dos de la mañana, cuando el vigilante, adscrito a la empresa de seguridad Trablisa, encargada de velar por el Hospital, comenzó a escuchar fuertes ruidos, que provenían del piso de arriba. A las seis de la mañana, al continuar los sonidos, el vigilante decidió llamar a la Guardia Civil.
En este sentido, los involucrados dan testimonio de que al llegar los dos agentes –continúa El Mundo– estos deciden emprender una gira por la planta alta, de donde el vigilante decía provenían los ruidos, sin poder encontrar nada. No obstante, en los monitores ubicados en el primer piso, se podían oír “ruidos, susurros y risas” que provenían de la planta que habían inspeccionado. Desde afuera del edificio se podía ver como también en ese piso las luces se prendían y apagaban, viéndose sombras de personas en los reflejos de la luces en las paredes.
Los funcionarios de la Guardia Civil deciden que la situación es muy extraña, y optan por pedir refuerzos, pensando que se trate de un grupo de vándalos que quieren jugarles una mala pasada. Casualmente, en el momento, pasaban frente al hospital dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que se suman al operativo por averiguar quién estaba causando los extraños disturbios en esta sede. Los cuatro efectivos de seguridad emprenden una segunda ronda en la planta alta del edificio, sin embargo al igual que en la primera no lograron conseguir absolutamente nada ni a nadie.
Pensando que tal vez, aprovechando la oscuridad y la estructura física del edificio, los ladrones se estuvieran escondiendo, los agentes llaman a la unidad canina de la Policía Nacional, a fin de apoyarse en los animales, para que rastree a quien se haya colado al Hospital y esté jugándoles una broma de los funcionarios. Es cuando – tal como reporta El Mundo- los agentes se dan cuenta de que algo realmente extraño está ocurriendo en las instalaciones del Hospital de Vergue del Toro.
Cuando los 6 agentes y el can de la policía suben hasta el quinto piso, en medio de la revisión del edificio, se percatan de que las camas de la planta han sido cambiadas del sitio donde se encontraban en la inspección anterior, cosa que les resulta inexplicable porque además se trataba de un mobiliario sumamente pesado. Así mismo las puertas de todos los armarios se encontraban abiertas, y las lámparas de los quirófanos habían sido colocadas en posiciones extrañas, todo esto en los pocos minutos que trascurrieron entre una ronda y otra.
Como el perro policía no detecta nada en ese piso, los agentes toman el ascensor para subir hasta el último piso del Hospital. No obstante, al llegar, el perro comienza a llorar y se niega a abandonar el elevador. Sin conseguir que el can logre salir para dar la ronda en el último piso, los agentes regresan muy confundidos al primer piso, desde el cual siguen escuchándose los extraños ruidos, provenientes de la planta alta.
Es entonces cuando los seis agentes emprenden la cuarta ronda. Toman el ascensor y se dirigen al piso de donde parecen provenir los ruidos. Cuando el elevador abre las puertas, los seis policías –según consta en el informe de ese día- ven la sombra de una mujer muy alta, que parece asomarse desde una esquina. Al verla, la Policía le ordena que salga y se identifique, pero nadie responde. Los agentes amenazan con sacar sus armas y disparar. La sombra desaparece frente a sus ojos.
Los Policías hacen una quinta ronda por el Hospital, en búsqueda de la extraña mujer, la cual parece haber huido, a pesar de que todas las ventanas del Hospital están completamente selladas. Los agentes concluyen, y así lo hacen constar en el informe de ese día que la única explicación a estos hechos –concluye El Mundo– es un “episodio de tipo paranormal”.
A raíz de esa declaración oficial, algunos ex trabajadores también declararon haber sido testigos de hechos extraños en este hospital, reportando puertas y ventanas que se abrían solas. Así mismo, vecinos de la Institución, afirman que en ocasiones han visto luces encendidas en este abandonado hospital.
