6 de agosto de 2015

Encontrar un motivo para seguir adelante.

Hola a todos:
Hoy voy a hacer una de las entradas mas personales que he hecho en todo este tiempo. Aunque las entradas sobre poemas también son muy personales porque son míos, hoy voy a hacer algo muy distinto. Siempre he dicho que los poemas tienen un motivo para ser escritos, en alguna ocasión he dicho que son para mi como una liberación. Pero hay mucha gente que no los entiende porque no tiene ni idea de lo que se esconde detrás de ellos.
Primero de todo quiero aclarar que no quiero dar pena por lo que voy a contar. Muchas de las cosas que voy a decir son de mis problemas pero que a pesar de todo siempre intento no perder mi sonrisa y seguir en pie. También aclaro que si bien no tengo lo que se podrían considerar enfermedades graves, no dejan de ser problemas complicados.
Declaro primero de todo que desde mi adolescencia padezco de presión y que algunas veces he estado mejor y otras he necesitado ayuda.
He visto a mi madre ingresada en psiquiatría mas de una vez, la primera de la que tengo recuerdo es de los once años, por desgracia nunca olvidare ese día, un 11 de septiembre de 2001. Seguramente reconoceréis esa fecha, el día de los atentados contra las Torres Gemelas y contra el Pentágono. El mundo lloraba por las victimas y yo lloraba por mi madre. Solo estuvo un mes, pero fue difícil. Los meses siguientes fueron una lucha para que se recuperara. Esa no fue la ultima vez, ha habido otras.
No es fácil vivir con alguien que tiene depresión y lo se por mi experiencia personal. Paga con uno sus momentos malos, te dice cosas que hieren y mucho y aunque intentas decirte que es por lo que le pasa hay cosas que te calan muy hondo y se quedan grabadas.

Cuando empecé con mi depresión no sabia que hacer, no sabia con quien hablar. Me enviaron a una psiquiatra porque también me estaba afectando a mi forma de dormir. Al principio me receto pastillas pero termine diciendo que no, que prefería que alguien me escuchase. Podríais llamarme cualquier cosa pero mi miedo siempre a sido acabar tomando tanta medicación para la depresión como mi madre.
Yo misma me decía que no servía para nada, que era una inútil, fea, que que hacia en este mundo. La gente tampoco es de mucha ayuda cuando critica constantemente lo que haces y te dice que no sirves para nada, te sientes muy mal. Muchas veces me lo sigo diciendo es algo que aun no he conseguido superar del todo.
Aunque estuve yendo al psicólogo, al final lo deje y descubrí otro modo de soltar todos eses pensamientos que llevo en mi cabeza. Empecé a escribir mis poemas y ya llevo mas de 300.
También decidí que no iba a dejar que me derrotaran, que iba a encontrar una manera de encontrar un pequeño motivo para levantarme y seguir luchando. La depresión no es fácil, pero encontré un modo de combatirla a mi manera. Tengo la suerte de que ahora tengo a mi pareja que me apoya y aguanta mis malos momentos incluso en los que pienso que es el final. Además quiero trabajar, quiero tener mi casa, seguir escribiendo mis poemas, disfrutar de la vida.

Me despido hasta la próxima entrada y que disfrutéis.

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